martes, 15 de julio de 2008

En la ciudad

Me hospedo en un castillo. 
Paredes de recuerdo, torreones de libros. 
Alrededor, la inquietud decrépita de otra ciudad más...
ruido, arquitectura entremezclada, obstrucción pulmonar, ambulancias pregonando alivio y muerte, atuendos desesperados, diseños absurdos y una protagonista: La mierda. 

Definir mierda?!
 
Distanciamiento del superhombre? 
Cadena de producción, PIB o desarrollo?
Excreción de metabolitos tóxicos y/o innecesarios para un organismo o sistema?
Algo material o abstracto que resulta desagradable, deprimente o angustioso?
Necesidad humana s.a.?

En cualquier caso, es la compañera inseparable que fluye bajo potentes cimientos urbanos como entre neuronas, abriéndose paso a través de complejas, oscuras y descuidadas canalizaciones inclinadas en secreto hacia el subsuelo neodostoyevskiano:

Angustia, cosméticos, 
agresividad, dioxinas, 
depresión, plástico, 
inseguridad, colillas, 
cultura, amoniaco, 
suicidio, insecticidas, 
eficiencia, acidez, 
paranoia, CO2...

Me levanto a las 2 de la tarde.
He pasado la noche conociendo mentes privilegiadas, personajes insospechados, descripciones sustanciosas, mensajes reveladores y herramientas prácticas olvidando al papagayo capitalista, la rutina de la esquina y la normalidad estercolérica hasta que sorprendido por el alba me sepulto bajo el cojín ya doblado cubriendo orejas y ojos de golondrinas, palomas, tráfico, obras, reformas, golpes, música, luz y calor. 
No hay despertador, estimo la hora en la proyección del sol...
Ahogo la fase somnoliento-existencial en café: me daña y apaña, como todo a esta edad. 
Es tarde, ya no llego, miro el correo. Algún déjà vu, experiencias y recuerdos, cuestiones familiares, mujeres y asuntos pendientes se acompasan al ritmo contemporáneo olvidado de madrugada. No me han contestado.
En ésta otra ciudad más, ostentación y guerra se desparraman caóticamente en estados oscilantes desde la quietud y la hemofagia hasta el más ferviente activismo, entre la fraternidad y el individualismo.
Bajo a por tabaco de liar, mi preferido es el Pueblo. 
Voy probando diferentes marcas: principios de distribución y de prueba. 

No trabajo. 

Soy un gran logro (comúnmente adulterado con las siglas VIP): sin identidad, ni territorio, ni punto de vista ni propiedad, me paso los días esquivando mierda y disfrutando de la vida, experimentando la existencia, el amor, los sentidos y la intuición.

La vida tiene sentido. 
El hombre tiene bolsillo. 
Bolsillo descosido. 
Cuando hace calor, 
No utilizo calzoncillos.

3 comentarios:

Julia dijo...

Esquivar mierda es un deporte de riesgo solo comparable con la escalada libre o a lo sumo el paracaidismo sobre el mar rojo.
Despertarse a las 2 de la tarde tambien.
Y ser compañero de viaje de Spence y Vanity ya ni te digo...
Como sigas así, sabes que vas a palmar joven como una estrella del rock and roll, verdad?

fag dijo...

juass..

primer comentario del puto ambientalista y ya me pides sexo.. mm... me lo pensaré, ya sabes cómo me pones de cerda.

por otro lado, esperaba ansiosamente tus poesías paranoicas y tan reales como esa mierda que todos cagamos y que nos acompaña.

besitos tito.

por cierto, antes q vanity se largue nos vamos a cenar, okay?

Unknown dijo...

Paisaje, contamos contigo.