Paredes de recuerdo, torreones de libros.
Alrededor, la inquietud decrépita de otra ciudad más...
ruido, arquitectura entremezclada, obstrucción pulmonar, ambulancias pregonando alivio y muerte, atuendos desesperados, diseños absurdos y una protagonista: La mierda.
Definir mierda?!
Distanciamiento del superhombre?
Cadena de producción, PIB o desarrollo?
Excreción de metabolitos tóxicos y/o innecesarios para un organismo o sistema?
Algo material o abstracto que resulta desagradable, deprimente o angustioso?
Necesidad humana s.a.?
En cualquier caso, es la compañera inseparable que fluye bajo potentes cimientos urbanos como entre neuronas, abriéndose paso a través de complejas, oscuras y descuidadas canalizaciones inclinadas en secreto hacia el subsuelo neodostoyevskiano:
Angustia, cosméticos,
agresividad, dioxinas,
depresión, plástico,
inseguridad, colillas,
cultura, amoniaco,
suicidio, insecticidas,
eficiencia, acidez,
paranoia, CO2...
Me levanto a las 2 de la tarde.
He pasado la noche conociendo mentes privilegiadas, personajes insospechados, descripciones sustanciosas, mensajes reveladores y herramientas prácticas olvidando al papagayo capitalista, la rutina de la esquina y la normalidad estercolérica hasta que sorprendido por el alba me sepulto bajo el cojín ya doblado cubriendo orejas y ojos de golondrinas, palomas, tráfico, obras, reformas, golpes, música, luz y calor.
No hay despertador, estimo la hora en la proyección del sol...
Ahogo la fase somnoliento-existencial en café: me daña y apaña, como todo a esta edad.
Es tarde, ya no llego, miro el correo. Algún déjà vu, experiencias y recuerdos, cuestiones familiares, mujeres y asuntos pendientes se acompasan al ritmo contemporáneo olvidado de madrugada. No me han contestado.
En ésta otra ciudad más, ostentación y guerra se desparraman caóticamente en estados oscilantes desde la quietud y la hemofagia hasta el más ferviente activismo, entre la fraternidad y el individualismo.
Bajo a por tabaco de liar, mi preferido es el Pueblo.
Voy probando diferentes marcas: principios de distribución y de prueba.
No trabajo.
Soy un gran logro (comúnmente adulterado con las siglas VIP): sin identidad, ni territorio, ni punto de vista ni propiedad, me paso los días esquivando mierda y disfrutando de la vida, experimentando la existencia, el amor, los sentidos y la intuición.
La vida tiene sentido.
El hombre tiene bolsillo.
Bolsillo descosido.
Cuando hace calor,
No utilizo calzoncillos.
3 comentarios:
Esquivar mierda es un deporte de riesgo solo comparable con la escalada libre o a lo sumo el paracaidismo sobre el mar rojo.
Despertarse a las 2 de la tarde tambien.
Y ser compañero de viaje de Spence y Vanity ya ni te digo...
Como sigas así, sabes que vas a palmar joven como una estrella del rock and roll, verdad?
juass..
primer comentario del puto ambientalista y ya me pides sexo.. mm... me lo pensaré, ya sabes cómo me pones de cerda.
por otro lado, esperaba ansiosamente tus poesías paranoicas y tan reales como esa mierda que todos cagamos y que nos acompaña.
besitos tito.
por cierto, antes q vanity se largue nos vamos a cenar, okay?
Paisaje, contamos contigo.
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